miércoles, 2 de julio de 2014

La última y nos vamos....



Fue declarada la ley seca en la ciudad,  por la suma de varios motivos, eso ha generado un gran número de reacciones, que no vale la pena mirar una por una.


No se sí a ustedes como a mi, les sorprende el papel protagónico que juega el licor en nuestra sociedad.


No concebimos una celebración sin alcohol, ya sea un bautizo, una primera comunión, un matrimonio, un grado, un ascenso,  un éxito deportivo, una reunión familiar,  una reunión con amigos...


Y si no estamos celebrando? Si estamos tristes?  También bebemos para subir el ánimo, por una separación, por una pérdida, porque en la empresa nos cancelaron el contrato, porque nuestro equipo perdió, porque nuestro hijo se fue...


Y si no estamos felices ni tristes,  bebemos porque hace frío, o una cerveza para el calor...


Así cómo esta planteado, siempre hay motivos para beber, pero la pregunta de siempre: que nivel de consumo es normal y cuando se considera enfermedad?


Sienten que ustedes están consumiendo más licor del que deberían? O sienten que su pareja, o su hijo, o su hermano, o su  amigo, o alguien cercano... está cruzando el límite?


Empecemos definiendo el problema:  El alcoholismo o el abuso del alcohol es un padecimiento que genera una fuerte necesidad de ingerir alcohol, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestada a través de determinados síntomas cuando no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo, el cual va en aumento a medida que se desarrolla tolerancia a esta droga.

 

El alcohol es la droga de mayor consumo en Colombia y en el mundo.

 

2.5 millones de personas  en Colombia ya tienen un nivel de ingesta de alcohol considerada de alto riesgo.  Adicionalmente  tenemos  más de 7 millones de colombianos que consumen alcohol de modo frecuente (semanal)

 

La edad de inicio del consumo de alcohol está en 10 años para los hombres y  11 años  para las mujeres.  Eso muestra un contacto muy temprano de nuestros niños  con el licor, generalmente alentados por la familia.


Por el consumo de licor la persona tiene deterioro evidente en su salud física, afectandose el hígado, corazón, sistema de defensa y adicionalmente deterioro mental con presencia de negativismo, depresión, pobre nivel de responsabilidad,  mala concentración, rotación frecuente  en diferentes trabajos, dificultades para conseguir  estabilidad, perdida de memoria.


Adicionalmente   la  persona  aumenta sus conductas de riesgo, aumentando el número de contactos sexuales de riesgo, con incremento de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.  Y si fuera poco se multiplican los accidentes de tránsito.


Puede que en principio el licor vuelva a la persona más popular, más aceptada, más validada en sus conductas, porque los grupos tienden a alentar las conductas de riesgo, por diversión. 

Pero rápidamente, esa misma persona por el consumo de licor se vuelve propensa a participar o a ser víctima de crímenes violentos: como abuso sexual, asalto agravado, robos en estado de embriaguez, Accidentes y  eso lleva a rechazo y  aislamiento social, haciendo que al consumidor aumente las agresiones  y la hostilidad.


Pero volvemos a la pregunta anterior: ¿Cómo podemos detectar que una persona está abusando del consumo de alcohol?

 

La detección temprana de un familiar o de un amigo con problemas  de consumo de alcohol es muy importante,  se puede empezar a evidenciar que:


Beben solos, inventan excusas para beber.

- Se vuelven agresivos cuando beben o cuando se les pregunta por la bebida.

- No son capaces de controlar la bebida, prefieren un trago de licor a una buena cena.

- Disminuyen su desempeño.

- Otras personas les preguntan con frecuencia acerca de la bebida


Existen muchos factores que se han  descrito,  que  intentan explicar los motivos por los cuales algunas personas pueden  tener un consumo de alcohol racional  (una vez al mes o cada dos meses sin llegar a la embriaguez) y otras personas no lo pueden controlar.


Así qué sí leyó este pequeño relato y piensa que usted o alguien cercano tienen problemas con el licor, no dudé en pedir ayuda a su médico. 

No espere a que se presenten problemas graves.


Y como siempre, lo mejor es prevenir, evitemos que los niños consuman licor e intentemos disminuir nuestro propio consumo.


Mónica 


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