CUANDO LOS MÉDICOS SE ENFERMAN (11)
QUIMIOTERAPIA Y OTROS CUIDADOS
N.E. Este es el onceavo post de una serie de aproximadamente diecisiete publicaciones que estaré realizando en torno al cáncer de mama y mi experiencia como paciente y médico. El primer post lo encuentra en "Cuando los médicos se enferman (1) [0] "
La quimioterapia es importante
para el tratamiento del cáncer, no hay duda.
Sin embargo cuando uno
sabe de antemano todos los efectos secundarios que se pueden
presentar, es más fácil prevenirlos.
Así que voy a contarles todos
esos pequeños cuidados que tuve y que me hicieron la vida más amable. La
mayoría de estas recomendaciones las adopté porque yo consideré que era lo
mejor, así nadie me lo haya dicho.
Normalmente me demoro 20
minutos desde que entro al baño en la mañana y salgo bañada, vestida,
maquillada y peinada… pero durante la quimioterapia me demoraba casi 2
horas y eso que no tenía que peinarme.
Durante la quimioterapia
decidí que era mejor bañarme dos veces al día, para mantener fresca y limpia mi
piel, porque muchos residuos químicos salen por el sudor. Siempre usé
agua fría-tibia nunca caliente. Cambié mi jabón normal por un jabón
de Cetaphil, que es más suave. Siempre he tenido toallas blancas
para secar mi piel, que solo utilizo yo.
Me apliqué Cetaphil en
crema después del baño, todos los días desde el cuello hasta los
pies, es una muy buena crema hidratante y no tiene olor.
Como dije en la entrada
anterior, utilicé champú para bebé diariamente para mantener el cuero cabelludo
limpio e hidratado.
Tuve que cambiar todas mis
cremas de uso diario, la limpiadora, la hidratante, la del contorno de
ojos, el protector solar; todas fueron a un cajón, justo al lado de
los cepillos para el cabello, las moñas y las hebillas y no las volví a ver
hasta hace pocos días.
Compré crema hidratante libre
de parabenos, que usé dos veces al día en mi cara y cuello.
Adicionalmente un protector
solar 50+, también libre de parabenos que usé con mucho juicio, para
evitar quedar con manchas en mi piel y lo logré.
La limpiadora que uso en las
noches es especialmente suave y libre de jabones.
Todos estos productos se
consiguen en tiendas dermatológicas o en mi caso los compré en el Country.
Suspendí el desodorante porque
contiene metales (yo no lo sabía) y conseguí uno libre de metales. Luego
lo cambié por leche de magnesia.
Todos los días con mucho
juicio me apliqué gotas oftálmicas de manzanilla, hasta 4 veces al
día para mantener hidratadas las conjuntivas.
Me recomendaron un producto
que era un desconocido para mi, aceite de árbol de té, con un olor
penetrante, un poco feo al principio, pero me lo aplico en uñas de manos
y pies y las mantiene hidratadas, sin inflamaciones en la piel alrededor
y no me apareció ninguna lesión por hongos, que son tan frecuentes
en la quimioterapia. Cuando iba a que me realizaran mi manicura tenía mis
propios implementos, para evitar una infección.
Durante la quimioterapia
permanecí sin esmalte en mis uñas, solo iba a que me las limaran y les
dieran la forma adecuada. Muchas veces por los medicamentos las uñas
toman una tonalidad gris-negro, también se pueden caer o salir
corrugadas, en mi caso solo la uña del dedo índice de la mano derecha tomó
un tono gris claro pero ya desapareció por completo.
Admito que me miraba las uñas de modo ansioso todos los días, buscando cambios,
sabiendo que esos cambios solo iban a ser reflejo de los efectos del
medicamento. También le mostraba mis uñas a Diana todos los días y ella con
paciencia me decía que se veían bien.
Hace pocos días cuando volví
al trabajo me puse nuevamente esmalte, pero conseguí uno especial,
que es libre de tolueno. Y es bonito.
En mi nariz
apliqué Nasogel, tres veces al día, para evitar que por
la resequedad de la mucosa empezaran a aparecer sangrados nasales
indeseados.
El papel higiénico húmedo que
venden de diferentes marcas es una opción realmente buena.
De mi baño desapareció la
crema dental mentolada y fue reemplazada por una crema dental de
caléndula, al principio me pareció horrible, no genera espuma, sentí que
era como lavarse los dientes con crema para las manos, pero protege
mucho la mucosa oral y para colaborar en este mismo proceso, tampoco utilicé enjuagues
bucales con alcohol, los reemplacé por agua con bicarbonato, así
logré que no me apareciera ni un afta.
Mis pies, mis codos y mis
rodillas tuvieron cada noche un pequeño masaje con aceite de almendras,
me hacía sentir mucho mejor y sin áreas resecas en mi piel.
Mi maquillaje? Pues yo
pensé que era mejor no maquillarme, pero Liliana la dermatóloga me dijo
que usara un poco de polvo en mi piel, sobre el protector solar, porque esto me
iba a ayudar para que no aparecieran manchas solares.
Así que usé polvo
translúcido, un poco de sombra para ojos de tono marrón suave y
protector labial de Eucerin, ese protector lo usé como mínimo 6 veces al
día.
Mi ropa la empecé a lavar con
jabones muy suaves y en el ciclo de enjuague adicioné vinagre blanco para
evitar que quedaran residuos de jabón que pudieran irritarme la piel.
En algún momento tuve un brote
por sudor en mi piel, no tuve que usar ningún medicamento ni cremas
especializadas, simplemente trituré con un martillo una pastilla de alcanfor y
la mezclé con fécula de maíz y puse todo en un paño limpio y seco y
me lo apliqué con golpecitos suaves y en menos de dos días había desaparecido.
(Un viejo remedio familiar)
Siempre que salí a caminar lo
hice con tenis o con zapatos muy cómodos, guardé todas las botas altas y los
tacones en general, mis pies recibieron muchos cuidados durante esos
meses, porque no quería ninguna lesión innecesaria.
Permanecí con medias de
algodón suaves, sin costuras y que no me apretaran en ninguna parte del pie.
Hablando de medias... cada vez que iba para aplicación de quimioterapia me
ponía el mismo par de medias a rayas oscuras, azul, verde y vinotinto, se
volvieron una suerte de amuleto.
Un día me di cuenta que no estaba oyendo bien por el oído derecho, así
que le dije a la Dra. Sandra Franco, ella me dijo que no me preocupara,
pero igual me recomendó asistir al otorrinolaringólogo.
Ese mismo día me vio el Dr. Carvajal y me dijo que los medicamentos que me
estaban aplicando no eran ototóxicos, me revisó y me explicó que tenía
gran resequedad de la piel del conducto auditivo y eso llevaba a descamación y
ese era el problema, me ayudó inmediatamente y salí de consulta oyendo
perfecto.
Cada uno de esos cuidados fueron formando una gran red que me ayudaron a
tomar el control sobre mi cuerpo, creo que eso fue una ganancia gigantesca, porque yo no tenía control sobre el tratamiento o sobre los cambios que ocurrían en mi cuerpo, pero pude controlar los pequeños detalles y eso me hizo sentir que tomaba decisiones día a día.
Hoy en día sigo cuidándome un poco más que antes, me dedico tiempo y me
consiento, vale la pena el esfuerzo extra, me gusta la textura de mi piel ahora y no tengo manchas solares, ya tengo nuevamente pestañas y cejas, aunque nunca desaparecieron por completo, si disminuyeron mucho en cantidad.
Eso también me lo enseñó este proceso, nada es definitivo, pero sí puedo maniobrar para que el resultado esté a mi favor.
Bueno llegó la hora de entrar en el mundo de la quimioterapia...
Mónica
[0] Cuando los médicos se enferman (1)
N.E. Este es el onceavo post de una serie de aproximadamente diecisiete publicaciones que estaré realizando en torno al cáncer de mama y mi experiencia como paciente y médico. El primer post lo encuentra en "Cuando los médicos se enferman (1) [0] "
La quimioterapia es importante para el tratamiento del cáncer, no hay duda.
La quimioterapia es importante para el tratamiento del cáncer, no hay duda.
Sin embargo cuando uno
sabe de antemano todos los efectos secundarios que se pueden
presentar, es más fácil prevenirlos.
Así que voy a contarles todos
esos pequeños cuidados que tuve y que me hicieron la vida más amable. La
mayoría de estas recomendaciones las adopté porque yo consideré que era lo
mejor, así nadie me lo haya dicho.
Normalmente me demoro 20
minutos desde que entro al baño en la mañana y salgo bañada, vestida,
maquillada y peinada… pero durante la quimioterapia me demoraba casi 2
horas y eso que no tenía que peinarme.
Durante la quimioterapia
decidí que era mejor bañarme dos veces al día, para mantener fresca y limpia mi
piel, porque muchos residuos químicos salen por el sudor. Siempre usé
agua fría-tibia nunca caliente. Cambié mi jabón normal por un jabón
de Cetaphil, que es más suave. Siempre he tenido toallas blancas
para secar mi piel, que solo utilizo yo.
Me apliqué Cetaphil en
crema después del baño, todos los días desde el cuello hasta los
pies, es una muy buena crema hidratante y no tiene olor.
Como dije en la entrada
anterior, utilicé champú para bebé diariamente para mantener el cuero cabelludo
limpio e hidratado.
Tuve que cambiar todas mis
cremas de uso diario, la limpiadora, la hidratante, la del contorno de
ojos, el protector solar; todas fueron a un cajón, justo al lado de
los cepillos para el cabello, las moñas y las hebillas y no las volví a ver
hasta hace pocos días.
Compré crema hidratante libre
de parabenos, que usé dos veces al día en mi cara y cuello.
Adicionalmente un protector
solar 50+, también libre de parabenos que usé con mucho juicio, para
evitar quedar con manchas en mi piel y lo logré.
La limpiadora que uso en las
noches es especialmente suave y libre de jabones.
Todos estos productos se
consiguen en tiendas dermatológicas o en mi caso los compré en el Country.
Suspendí el desodorante porque
contiene metales (yo no lo sabía) y conseguí uno libre de metales. Luego
lo cambié por leche de magnesia.
Todos los días con mucho
juicio me apliqué gotas oftálmicas de manzanilla, hasta 4 veces al
día para mantener hidratadas las conjuntivas.
Me recomendaron un producto
que era un desconocido para mi, aceite de árbol de té, con un olor
penetrante, un poco feo al principio, pero me lo aplico en uñas de manos
y pies y las mantiene hidratadas, sin inflamaciones en la piel alrededor
y no me apareció ninguna lesión por hongos, que son tan frecuentes
en la quimioterapia. Cuando iba a que me realizaran mi manicura tenía mis
propios implementos, para evitar una infección.
Durante la quimioterapia
permanecí sin esmalte en mis uñas, solo iba a que me las limaran y les
dieran la forma adecuada. Muchas veces por los medicamentos las uñas
toman una tonalidad gris-negro, también se pueden caer o salir
corrugadas, en mi caso solo la uña del dedo índice de la mano derecha tomó
un tono gris claro pero ya desapareció por completo.
Admito que me miraba las uñas de modo ansioso todos los días, buscando cambios, sabiendo que esos cambios solo iban a ser reflejo de los efectos del medicamento. También le mostraba mis uñas a Diana todos los días y ella con paciencia me decía que se veían bien.
Hace pocos días cuando volví
al trabajo me puse nuevamente esmalte, pero conseguí uno especial,
que es libre de tolueno. Y es bonito.
En mi nariz
apliqué Nasogel, tres veces al día, para evitar que por
la resequedad de la mucosa empezaran a aparecer sangrados nasales
indeseados.
El papel higiénico húmedo que
venden de diferentes marcas es una opción realmente buena.
De mi baño desapareció la
crema dental mentolada y fue reemplazada por una crema dental de
caléndula, al principio me pareció horrible, no genera espuma, sentí que
era como lavarse los dientes con crema para las manos, pero protege
mucho la mucosa oral y para colaborar en este mismo proceso, tampoco utilicé enjuagues
bucales con alcohol, los reemplacé por agua con bicarbonato, así
logré que no me apareciera ni un afta.
Mis pies, mis codos y mis
rodillas tuvieron cada noche un pequeño masaje con aceite de almendras,
me hacía sentir mucho mejor y sin áreas resecas en mi piel.
Mi maquillaje? Pues yo
pensé que era mejor no maquillarme, pero Liliana la dermatóloga me dijo
que usara un poco de polvo en mi piel, sobre el protector solar, porque esto me
iba a ayudar para que no aparecieran manchas solares.
Así que usé polvo
translúcido, un poco de sombra para ojos de tono marrón suave y
protector labial de Eucerin, ese protector lo usé como mínimo 6 veces al
día.
Mi ropa la empecé a lavar con
jabones muy suaves y en el ciclo de enjuague adicioné vinagre blanco para
evitar que quedaran residuos de jabón que pudieran irritarme la piel.
En algún momento tuve un brote
por sudor en mi piel, no tuve que usar ningún medicamento ni cremas
especializadas, simplemente trituré con un martillo una pastilla de alcanfor y
la mezclé con fécula de maíz y puse todo en un paño limpio y seco y
me lo apliqué con golpecitos suaves y en menos de dos días había desaparecido.
(Un viejo remedio familiar)
Siempre que salí a caminar lo
hice con tenis o con zapatos muy cómodos, guardé todas las botas altas y los
tacones en general, mis pies recibieron muchos cuidados durante esos
meses, porque no quería ninguna lesión innecesaria.
Permanecí con medias de
algodón suaves, sin costuras y que no me apretaran en ninguna parte del pie.
Hablando de medias... cada vez que iba para aplicación de quimioterapia me ponía el mismo par de medias a rayas oscuras, azul, verde y vinotinto, se volvieron una suerte de amuleto.
Un día me di cuenta que no estaba oyendo bien por el oído derecho, así que le dije a la Dra. Sandra Franco, ella me dijo que no me preocupara, pero igual me recomendó asistir al otorrinolaringólogo.
Ese mismo día me vio el Dr. Carvajal y me dijo que los medicamentos que me estaban aplicando no eran ototóxicos, me revisó y me explicó que tenía gran resequedad de la piel del conducto auditivo y eso llevaba a descamación y ese era el problema, me ayudó inmediatamente y salí de consulta oyendo perfecto.
Cada uno de esos cuidados fueron formando una gran red que me ayudaron a tomar el control sobre mi cuerpo, creo que eso fue una ganancia gigantesca, porque yo no tenía control sobre el tratamiento o sobre los cambios que ocurrían en mi cuerpo, pero pude controlar los pequeños detalles y eso me hizo sentir que tomaba decisiones día a día.
Hoy en día sigo cuidándome un poco más que antes, me dedico tiempo y me consiento, vale la pena el esfuerzo extra, me gusta la textura de mi piel ahora y no tengo manchas solares, ya tengo nuevamente pestañas y cejas, aunque nunca desaparecieron por completo, si disminuyeron mucho en cantidad.
Eso también me lo enseñó este proceso, nada es definitivo, pero sí puedo maniobrar para que el resultado esté a mi favor.
Bueno llegó la hora de entrar en el mundo de la quimioterapia...
Mónica
[0] Cuando los médicos se enferman (1)
Intentamos quedarnos embarazadas durante unos años en una clínica local. No hubo resultados. Hemos intentado todo lo posible pero nada. Nos recomendaron usar óvulos. Sé que tenemos que ir al extranjero. Estaba aterrorizada. No sabía dónde ir y dónde empezar mi búsqueda. Cuando mi amiga me recomendó al Dr. Itua en África occidental pensé que estaba bromeando. No sabía nada de ese país, pero sé que tienen grandes dotes para las hierbas medicinales y tenía miedo por la barrera del idioma. De todos modos, ella me convenció para que lo intentara. Me dijo que el Dr. Itua también puede curar mi cáncer de próstata, lo que me da más motivación para probar las medicinas del centro de hierbas del Dr. Itua. He hecho la investigación y pensé que tal vez esto es realmente una buena idea. El Dr. Itua tiene precios razonables que pedí dos cuatro botellas y me las bebí como me lo indicaron y todo salió bien. Mi cáncer de próstata se ha ido. También tiene altos índices de tratamientos exitosos. Además utiliza hierbas naturales. Bueno, debo decir que estaba convencido. Nos pusimos en contacto con el Dr. Itua y ahora podemos decir que fue la mejor decisión de nuestras vidas. Estábamos tratando por tanto tiempo de tener un hijo y de repente todo parecía tan simple. El Dr. Itua estaba tan confiado y esperanzado que proyectó esos sentimientos en mí también. Estoy tan feliz de ser madre y eternamente agradecida al centro de hierbas del Dr. Itua y a nuestro donante. No tengas miedo y hazlo!
ResponderEliminarEl Dr. Itua puede curar las siguientes enfermedades: Anemia Falciforme, Cáncer, VIH, Herpes, Culebrilla, Hepatitis B, Inflamatoria Hepática, Diabetes, Fibroides, Parkinson, Alzheimer, Enfermedad de Bechet, Enfermedad de Crohn, Enfermedad de Cushing, Insuficiencia Cardíaca, Esclerosis Múltiple, Hipertensión, Insomnio Familiar fatal, Factor V, Mutación de Leiden, Epilepsia enfermedad de Dupuytren, tumor desmoplástico de células pequeñas, diabetes, enfermedad celíaca, enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, angiopatía amiloide cerebral, ataxia, artritis, escoliosis lateral amiotrófica, síndrome de fibrodisplasia osificante, esclerosis progresiva, convulsiones, carcinoma de la corteza suprarrenal. Asma, enfermedades alérgicas, Copd, Glaucoma.., Cataratas, degeneración macular, enfermedades cardiovasculares, enfermedad pulmonar, próstata agrandada, osteoporosis, autismo, fibromialgia, toxicidad de la fluoroquinolona, demencia.., Enfermedad de Lyme, Linfoma no Hodgkin, cáncer de piel, cáncer uterino, cáncer de próstata Dercum, lupus, Hpv, erección débil, infertilidad, fibromialgia, diarrea crónica, recuperar a tu ex, Als, Sífilis, Cáncer Colo-Rectal, Cáncer de Sangre, Cáncer de Seno, Cáncer de Pulmón, Cáncer de Próstata, Autismo, Cáncer de Cerebro, Enfermedades Genéticas, Epilepsia, Enfermedad de Parkinson, Correo Electrónico de Contacto del Centro Herbal Dr. Itua: drituaherbalcenter@gmail.com o el número de WHATSAPP +2348149277976.