lunes, 12 de junio de 2017

CUANDO LOS MÉDICOS SE ENFERMAN (7) APROXIMÁNDOME A LA QUIMIOTERAPIA

CUANDO LOS MÉDICOS SE ENFERMAN (7)

APROXIMÁNDOME A LA  QUIMIOTERAPIA



N.E. Este es el séptimo post de una serie de aproximadamente quince publicaciones que estaré realizando en torno al cáncer de mama y mi experiencia como paciente y médico. El primer post lo encuentra en "Cuando los médicos se enferman (1) [0] "
  

Aquí vamos,  ya con diagnóstico,  equipo médico, plan de tratamiento y con toda la socialización que se requería...   

Cuando hablé del Dr. José Fernando Robledo [1], mi Mastólogo,  dije que  yo lo escogí por su gran experiencia, por su trayectoria  y  desde que nos conocimos  ha sido un profesional,   siempre con las palabras exactas que yo  necesitaba en cada momento.  

Pero debo decir  algunas cosas adicionales,  yo soy Médico, soy terca por naturaleza y muchas veces creo tener las respuestas,  mi Médico debía ser alguien que me convenciera y no me permitiera dudar ni un minuto,  menos mal lo encontré en el primer intento.  
El Dr. Robledo ha sido un guía fuerte y poderoso  en este camino, no dudo de su criterio ni por un segundo. 

Es difícil pensar en dejar la bata y el fonendoscopio a un lado,  para convertirse en paciente,  pero cuando el Médico que se encuentra al frente es una eminencia,  esa transición es simple.  Yo me entregué a sus manos.

Les he dicho que mi Médico tiene una voz terapéutica?  Él solo dice "Mónica" y yo ya siento que todo va a estar bien y sonrío.

Como médico yo he conocido muchos pacientes que ante un diagnóstico de cáncer, empiezan el tratamiento, luego paran,  luego cambian, luego vuelven...   y eso nunca da buen resultado.  

Eso ocurre con un gran número de pacientes.

Y es que es tentador,  no es sino que uno diga: "tengo cáncer" e inmediatamente hay  cien opiniones diversas: "aplíquese la vacuna" "tome sangre de no se que cosa"  "vaya a donde la hermana sanadora", y uno en medio de la incertidumbre, el dolor, la tristeza,  la presión, puede dejarse llevar.  Pero ahora lo digo como paciente, uno debe escoger un Médico y seguir sus indicaciones,  es el único método para salir al otro lado, ellos son expertos en lo que hacen.

El Dr. Robledo fue quien escogió el Radiólogo  que me hizo la biopsia,  la marcación de mi tumor con un clip de titanio,  también escogió a la Oncóloga que me iba a tratar y nos presentó.

La Dra. Sandra Ximena Franco [2]  es mi Oncóloga,  es una mujer joven, elegante, bonita, siempre tiene una sonrisa amable,  mira a los ojos y me trata  como  a una persona,  no como una enfermedad.

Recuerdo la primera vez que entramos a su consultorio,  que por cierto siempre huele a una mezcla de dulces y chocolates, fuimos  Diana, Andrés y yo.  Ella nos saludó, se presentó y  me pidió que le contara todo desde el inicio,  sin prisas,  fijándose  en cada detalle.  Yo le conté todo.

Y fue muy profesional,  experta y tranquilizadora.  Hizo que la conversación se mantuviera en términos sencillos.

Empezó diciéndome que yo estaba en una fase temprana,  que eso hacía que estuviéramos  a tiempo.

Nos explicó que la quimioterapia utiliza diferentes combinaciones de medicamentos,  que ninguno de estos medicamentos es un  veneno,  que son ampliamente estudiados y aprobados en todo el mundo.

Nos dijo que la quimioterapia se encarga de atacar las células que tienen alto índice de replicación y en mi caso son las células del cáncer,  pero también van a atacar otras células normales  que se replican a alta velocidad, como las células de mi sangre,  de mi piel,  de mi  pelo  y otras.   Por esto se presentan la mayor parte de los efectos secundarios del tratamiento.

Como la quimioterapia ataca las células tumorales,  lo que se espera es que se detenga el crecimiento del tumor y se reduzca el tamaño.  De ese modo cuando sea el momento de operar,  la cirugía  en mi seno puede ser más pequeña.

También dijo que era muy importante saber sí mi cáncer respondía a la quimioterapia, porque no ocurre en todos los casos.

Nos explicó que escogía el esquema de quimioterapia,  dependiendo del tipo de cáncer, si estaba en etapa inicial o avanzada  y  que en ocasiones variaba los esquemas e incluso disminuían las dosis  dependiendo de la tolerancia de cada paciente.

También nos habló de los ciclos,  que en mi caso  ella iba a realizar 8 ciclos,  que comprendían dos etapas,  o sea 4 ciclos cada etapa.  Las aplicaciones se programan para cada 21 días. 

Esas tres semanas entre aplicación y aplicación  son muy curiosas:  los primeros 7 días después de la aplicación  se presentan los síntomas  de la quimioterapia,  la segunda semana es cuando más se bajan las defensas y la tercera semana empieza uno a recuperarse y ... entonces llega la siguiente aplicación y vuelve a iniciar el proceso.  

Siempre me tomaron examenes de sangre antes de cada aplicación, para verificar la función adecuada de mi hígado y  ver cómo estaban mis glóbulos blancos (las defensas)  y glóbulos rojos (ver que no tuviera anemia) 

La Dra. Franco se reunió conmigo dos veces antes de iniciar la quimioterapia, porque ella sabe  la cantidad de dudas y temores alrededor del tratamiento.

Le dedicamos un rato a hablar de hidratación permanente,  tomar  lo que yo sienta que tolero mejor,  bajo en azúcar o sin azúcar,  la hidratación adecuada es clave para este tratamiento.

Ella me dijo unas cuantas frases que se volvieron  claves en el proceso.   

Lo primero fue: "Tienes que ser indulgente contigo misma" y  me dijo que  no voy a poder hacer todo lo que hago normalmente, ni a la misma velocidad,  pero que en lugar de castigarme por eso, debo  ser indulgente,  porque tengo cáncer y estoy en quimioterapia. Es normal sentirse agotado.  Lo debo entender primero yo y hacérselo entender a los que están a mi alrededor.

También me dijo: "Entre más sufras, no te vas a recuperar más rápido",  suena obvio, pero no lo es.  Fue contundente en ese punto,  no tengo que aguantar dolor,  ni malestar, ni otros síntomas,  todo se puede manejar si lo hablo a tiempo con ella. 

Otra cosa de la que hablamos: "Mónica, tienes que aprender a aceptar el cambio y adaptarte a esta nueva realidad",  toca volverse experto en escuchar el cuerpo,  lo que necesita,  lo que se requiere reforzar o lo que se requiere evitar.  No puedo seguir con las mismas rutinas, como si no estuviera ocurriendo nada raro.

Adicionalmente  dijo: "De ahora en adelante, todo se puede preguntar, no tomes nada por obvio,  yo estoy aquí  para ayudarte en todo momento"  y debo decir que pregunté muchas cosas.

Y además me dijo: "No quiero verte con tapabocas,  el que tenga gripa que se lo ponga, para que no te contagie,  tu no estás contagiando a nadie de nada"  fue todo un cambio de paradigma porque yo estaba acostumbrada a ver  a los pacientes que iban a la quimio con tapabocas...   pero  no fue mi caso. 

Me dio recomendaciones de alimentación  y ejercicio (de esos dos temas  voy a hablar más adelante).

Dedicamos un buen rato a hablar de mi cabello... este tema también merece un capítulo especial.

Y otras recomendaciones generales  a las que les voy a dedicar  su tiempo.

Al terminar la consulta,  me pidió que subiera  a la Unidad de Oncología,  para que conociera a la Jefe Julieth quien me ayudaría con toda la parte operativa.

Así  que  seguimos el camino hacia la quimioterapia ...


Mónica



[1] Dr José Fernando Robledo Abad. El Maestro del Cáncer de Seno.
[2] Entrevista Dra Sandra Ximena Franco - Evento Charlas con Cáncer.






































No hay comentarios:

Publicar un comentario